Vamos a pasar todo el fin de semana aqui, por el tema de fronteras, ya que
cierran los viernes y no abren hasta el lunes. Kashgar es una ciudad grande y
ruidosa por el gran numero de motos y coches. Una ciudad gris, poco atractiva.
Poco a poco vamos descubriendo que tiene poco que ofrecer. Hacemos algunas
visitas a escasos monumentos, despues de visitar la maravillosa arquitectura de
Uzbekistan, esto nos sabe a nada. Visitamos algunos mausoleos y mezquitas,
callejeamos por algunas calles de la parte vieja. La parte vieja esta bajo
reconstrucion, destruida por terremotos que castigan la ciudad con frecuencia
debido a la situacion geografica. Decir que Kashgar esta rodeada por altas
montañas por los cuatro puntos cardinales, de ahi que, antiguamente,fuera un
punto de parada indispensable en la ruta de la seda. Aqui, realmente, no hay
nada que hacer, ni tan siquiera pasear porque hace mucho calor y el atractivo es
nulo.
Entre visita y visita, nos vamos encontrando al otro grupo de españoles,
Jose, Ana, Toña y Gloria. Tres hermanas de Zaragoza y un Leridano, casado con
una de ellas, y poco a poco vamos cogiendo confianza.
Llega el domingo, y el esperado mercado de Kashgar. La popularidad de este
mercado es el que ha hecho que hicieramos la ruta por aqui. Antiguamente,
ninguna duda cabe, fue uno de los mas importantes de Asia Central.
Primero hemos visitado el mercado de animales, es enorme y hasta aqui se
desplazan de todas partes de la region los ganaderos para vender sus animales.
Cabe destacar los cientos y cientos de ovejas y cabras que se amontonan unas
contra otras. En otra zona estan las vacas, hemos encontrado dos enormes, y
tambien yaks, ha sido muy interesante. Despues el mercado de todo lo demas,
telas, mantas, gorros, etc ( las especias han sido lo mas interesante ). Creo
que no merece la pena llegar hasta Kashgar, porque evidentemente no queda nada
de la ciudad de hace cientos de años, ni tan siquiera el espiritu. Es mucho el
desasosiego que se pasa para llegar hasta aqui y muy poco lo que la ciudad nos
ofrece, otra cosa sera cuando terminen la carretera nueva que esta en
construccion, por lo menos la gran paliza que te metes en esa carretera del
infierno, te la evitaras.
Aqui nadie habla ingles, y muy pocos en el hotel donde nos alojamos, y eso
que es de cuatro estrellas, pero esta preparado solo para el turismo chino. Ir a
los restaurantes es una odisea, te tienes que guiar por los dibujos cuando los
hay. Ayer descubrimos “ un oasis en el desierto “, un restaurante donde la carta
esta en ingles, las fotografias de los platos son grandes y a todo color, un
sitio muy confortable,con musica de piano en directo y con WIFI gratis. El
restaurante se llama EVERSUN COFFE, hoy hemos cenado ahi, y como no podia ser de
otra forma, con nuestros amigos como despedida de la ciudad.